La historia detrás de la legalización del partido comunista: Descubre cómo se inició y en qué año se oficializó su legalización

El Partido Comunista de España (PCE), fundado en el año 1921, fue durante mucho tiempo un partido político ilegal en España. La represión y persecución por parte del régimen franquista obligó a sus militantes a operar en la clandestinidad, convirtiéndose en una organización subterránea. Sin embargo, gracias a la lucha y el sacrificio de muchos de sus miembros, finalmente, en el año 1977, el partido pudo ser legalizado.

El contexto político y social de la legalización

La legalización del PCE en España supuso el fin de una etapa oscura de la historia del país, marcada por la represión de las libertades políticas y la violación de los derechos humanos. Tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, comenzó un proceso de transición hacia la democracia, que se vio reflejado en la promulgación de la Constitución española de 1978. Esta nueva carta magna establecía un sistema político basado en el pluralismo y la libertad de asociación.

El PCE, por su parte, asumió un papel muy importante en la lucha contra la dictadura franquista y en la defensa de los derechos de los trabajadores y las clases populares. Estaba presente en distintos movimientos sociales, como el feminista, el ecologista y el pacifista, y su organización juvenil, las Juventudes Comunistas, contaba con una importante presencia en las universidades.

La legalización del PCE se produjo en un contexto de cambio político y social en España. Los partidos políticos y las organizaciones sociales que habían luchado contra la dictadura franquista emergían como fuerzas políticas con posibilidades de acceder al poder. En este contexto, la legalización del PCE era un paso fundamental hacia la normalización política y el fortalecimiento de la democracia.

El proceso de legalización del PCE

El proceso de legalización del PCE se gestó durante los años de la Transición. Tras la muerte de Franco, el gobierno de Adolfo Suárez inició una serie de reformas políticas y sociales encaminadas a establecer un sistema democrático. En 1976, se aprobó una Ley de Asociaciones que permitía la creación de partidos políticos y organizaciones sindicales.

Sin embargo, la legalización del PCE no fue un proceso fácil. El partido había sido considerado ilegal desde la Guerra Civil española y el régimen de Franco lo había perseguido con especial saña. En 1977, el Partido Comunista solicitó su legalización presentando los estatutos y la lista de sus dirigentes. Sin embargo, su petición fue rechazada por el Tribunal Supremo, que consideró que el marxismo-leninismo era incompatible con la Constitución española.

Ante esta situación, el PCE inició una intensa campaña en defensa de su legalización, que contó con el apoyo de numerosas organizaciones políticas y sociales. En septiembre de 1977, se celebró una manifestación en Madrid que reunió a cientos de miles de personas bajo el lema “Amnistía y libertad”. En ella, se reivindicaba la legalización del PCE y la amnistía para los presos políticos.

Finalmente, en abril de 1977, el gobierno de Adolfo Suárez presentó un proyecto de ley de amnistía que incluía la legalización del PCE. La ley fue aprobada por el Congreso de los Diputados con el apoyo de todas las fuerzas políticas excepto Alianza Popular. El 9 de abril de 1977, el PCE fue legalizado, lo que permitió a sus miembros participar en los procesos electorales y en la vida política española.

Los efectos de la legalización del PCE

La legalización del PCE tuvo una serie de efectos políticos y sociales relevantes. En primer lugar, permitió la participación activa de sus miembros en la vida política y en las instituciones del Estado. En las primeras elecciones generales celebradas tras la legalización, en 1977, el PCE obtuvo un 10% de los votos, convirtiéndose en la tercera fuerza política del país. Desde entonces, ha mantenido una presencia importante en el Congreso de los Diputados y en los parlamentos autonómicos.

En segundo lugar, la legalización del PCE supuso una apertura hacia el diálogo y el entendimiento entre las distintas fuerzas políticas. La historia del partido comunista en España está marcada por una política de unidad popular y de lucha contra el fascismo y la opresión. La legalización permitió la reanudación del contacto entre los distintos sectores de la izquierda y la creación de plataformas de convergencia política.

Por último, la legalización del PCE supuso un impulso muy importante para la lucha por las libertades políticas y la defensa de los derechos humanos en España. El ejemplo del PCE y de otros movimientos sociales permitió la creación de un clima de opinión favorable a la extensión de los derechos civiles y la consolidación de las libertades políticas.

  • En conclusión, la legalización del Partido Comunista de España fue un proceso complejo que requirió una larga lucha por parte de sus miembros y simpatizantes. Sin embargo, su consecución supuso un paso fundamental hacia la normalización política del país y la consolidación de la democracia.
  • El PCE ha sido una fuerza política relevante en España desde la Transición y ha mantenido una posición crítica frente a los gobiernos conservadores y las políticas neoliberales.
  • La lucha por los derechos y las libertades sigue siendo hoy en día una de las principales razones de ser del PCE y de la izquierda en España.

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