La legalización del Partido Comunista de España: Todo lo que necesitas saber sobre el proceso

En la España de la posguerra, la legalización del Partido Comunista de España fue un tema polémico y sensible. Aunque la Constitución de 1931 permitía la existencia de partidos políticos, la Guerra Civil y el posterior régimen franquista impusieron una férrea represión contra el comunismo y cualquier forma de disidencia política. Sin embargo, con la llegada de la democracia, el debate sobre la legalización del PCE cobró fuerza. En este artículo, analizaremos el contexto histórico y político de la época, las posturas a favor y en contra de la legalización y cómo finalmente se materializó este proceso.

Contexto histórico

En 1975, tras la muerte de Franco y la llegada de la democracia, el PCE era la única fuerza política legal en Europa que no tenía representación en su parlamento nacional. Su existencia como partido clandestino se remontaba a los años 30, cuando se fundó como una escisión del PSOE interesada en la creación de un Estado socialista. Durante la Guerra Civil, el PCE se convirtió en una fuerza decisiva en la lucha contra el franquismo, al igual que las brigadas internacionales y otras organizaciones obreras. Sin embargo, tras la victoria franquista, el comunismo quedó asociado en España a la derrota y a la represión, y el PCE se mantuvo en la clandestinidad.

Posturas a favor de la legalización

Desde la transición democrática, muchas voces se alzaron a favor de la legalización del PCE. Entre ellos destacaba el propio secretario general del partido, Santiago Carrillo , quien había liderado el proceso de renovación interna y abandonado la ortodoxia moscovita. Carrillo defendía la necesidad de incluir al PCE en el juego democrático y apostaba por la “eurocomunismo” como vía para una transformación pacífica del país.

Otros sectores políticos también abogaban por la legalización, como el PCE (r) y parte del Partido Socialista. Los primeros habían abandonado el radicalismo de los años 60 y abogaban por una colaboración con los socialistas en la construcción del Estado de Bienestar. Los segundos querían evitar la confrontación directa con el PCE y consideraban que su legalización podría debilitar a la ultraderecha y consolidar la democracia.

Posturas en contra de la legalización

Sin embargo, la legalización del PCE también encontró fuertes resistencias en amplios sectores de la sociedad española. En primer lugar, el propio régimen franquista había sembrado una gran desconfianza hacia el comunismo y lo equiparaba con el terrorismo y la subversión. En segundo lugar, la Iglesia católica y el sector conservador de la sociedad consideraban que el PCE suponía una amenaza para la libertad y la paz social.

Por último, la derecha política se mostraba especialmente crítica con la legalización, al considerar que el PCE era “un partido sin ley” y que su presencia en las instituciones democráticas podría poner en peligro la democracia. Desde el propio gobierno de UCD, se mantuvo una posición muy tibia respecto a la legalización, y se llegó a plantear que se podían exigir ciertas condiciones al PCE, como renunciar a la lucha armada o la defensa del régimen de Corea del Norte.

El proceso de legalización

Finalmente, el proceso de legalización del PCE fue un proceso gradual que se fue produciendo a lo largo de los años 70. En 1974, el partido creó Plataforma Democrática, que agrupaba a personalidades políticas y sociales de la oposición a la dictadura. La Plataforma presentó un programa político conjunto que incluía la democratización del Estado, la autonomía de las nacionalidades, la amnistía de los presos políticos y la legalización del PCE.

En enero de 1977, el gobierno de Adolfo Suárez aprobó la Ley de Asociación Política, que permitía la creación de partidos políticos siempre que renunciaran a la violencia y no estuvieran vinculados a una ideología totalitaria. El PCE presentó su solicitud de legalización y en junio de ese mismo año fue autorizado a operar como partido político.

Conclusiones

En definitiva, la legalización del PCE en España fue un tema polémico y lleno de tensiones. Pese a que la Constitución de 1931 permitía la existencia de partidos políticos, la Guerra Civil y el régimen franquista impusieron una férrea represión contra el comunismo y cualquier forma de disidencia política. En la transición democrática, las posturas a favor y en contra de la legalización fueron múltiples y el proceso de legalización fue un proceso gradual que culminó en 1977 con la aprobación de la Ley de Asociación Política. En definitiva, el PCE se convirtió en una fuerza política clave en la España de la democracia, y aunque ha tenido altibajos a lo largo de su historia, su presencia ha sido fundamental en la consolidación de las libertades democráticas y en la lucha por la justicia social.

Fuentes

  • Vilallonga, E. (2019). La Transición a la Democracia en España . Editorial Síntesis.
  • Preston, P. (2014). El final de la guerra: la última primavera de la dictadura . Debate.
  • Moreno, J. L. (2007). La legalización del PCE . Universidad de Valencia.

Publicaciones Similares