¿Sabes por qué la legalización de los aparatos a presión es importante? Descubre todo lo que necesitas saber aquí

Los aparatos a presión son elementos clave en multitud de procesos de fabricación e industriales. Se definen como aquellos recipientes, tuberías y circuitos conductores que se utilizan para contener, transportar y distribuir sustancias a alta presión.

Son numerosos los sectores que usan aparatos a presión, desde la química o la petroquímica, pasando por la alimentación, la farmacéutica o la del papel, entre otros. Por lo tanto, la seguridad ea la hora de utilizarlos es fundamental.


Requisitos de Legalización de Aparatos a Presión

De acuerdo con la normativa española, los aparatos a presión deben cumplir una serie de requisitos antes de ser utilizados. Una forma de asegurar este cumplimiento es a través de la legalización.

¿Qué es la legalización?

La legalización es un procedimiento que tiene como finalidad verificar que todos los aparatos a presión cumplen con los requisitos de la normativa española estipulada en la Guía de Aplicación de la Directiva 2014/68/UE. Este proceso permite que se emita y entregue el correspondiente certificado de inspección.

¿Cuál es la normativa en vigor?

La normativa que regula los aparatos a presión en España es la Orden INT/1402/2014 y está basada en la Directiva Europea 2014/68/UE, más conocida como PED o Directiva de Equipos a Presión.

¿A quién se aplica la legalización?

La legalización es obligatoria para todos aquellos aparatos a presión que se produzcan o comercialicen en España. También es imprescindible para aquellos aparatos que se importen de otros países de la Unión Europea o de fuera de ella.

La legalización de aparatos a presión es necesaria para cumplir con los requisitos de seguridad y protección que exige la normativa. Además, garantiza la calidad y la fiabilidad de los equipos y su correcto funcionamiento en situaciones críticas.


Procedimiento de Legalización

Para llevar a cabo la legalización de un aparato a presión, siga los pasos que se detallan a continuación:

  1. Solicitud de legalización: la persona física o jurídica solicitante debe presentar una solicitud de legalización de aparatos a presión en la entidad encargada del proceso. Esta solicitud debe incluir una descripción detallada del aparato a presión, así como información sobre su vida útil y su uso previsto.
  2. Inspección inicial: tras la recepción de la solicitud, se procede a realizar una inspección visual y dimensional del aparato a presión. Esta inspección tiene como objetivo comprobar que el aparato a presión cumpla los requisitos de la normativa española.
  3. Ensayos no destructivos: en caso de que sea necesario, se llevan a cabo ensayos no destructivos para descartar defectos que no sean visibles a simple vista y que puedan comprometer la seguridad del aparato a presión.
  4. Inspección final: se realiza una inspección final del aparato a presión para asegurarse de que cumple con los requisitos legales y, si es necesario, se somete a una prueba hidrostática.
  5. Emisión del certificado: tras la inspección final y si el aparato a presión cumple con los requisitos establecidos, se emite el correspondiente certificado de inspección y se autoriza el uso del aparato a presión.

¿Quién puede realizar la legalización de un aparato a presión?

La legalización de un aparato a presión debe ser realizada por una entidad especializada. Estas entidades deben estar acreditadas para realizar este tipo de inspecciones y ser notificadas a la Autoridad competente del Estado miembro donde se deba utilizar el aparato a presión.

En España, la Dirección General de Industria de la Comunidad Autónoma correspondiente es la encargada de notificar a las entidades acreditadas y directamente relacionadas con la legalización de aparatos a presión.


Conclusiones

Los aparatos a presión son elementos fundamentales para muchos procesos industriales, por lo que su correcta legalización y cumplimiento de la normativa es esencial para garantizar la seguridad en el uso de los mismos.

La legalización de aparatos a presión se trata de un procedimiento que permite cumplir con los requisitos legales y asegurar su uso seguro y fiable. Para garantizar la calidad del proceso, es importante contar con entidades especializadas y acreditadas para la realización de este tipo de inspecciones.

En definitiva, la legalización de aparatos a presión es un proceso clave para asegurar la seguridad de los trabajadores y garantizar el correcto funcionamiento de los equipos en situaciones críticas.

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