La legalización del aborto en China: Todo lo que necesitas saber sobre esta histórica decisión

China legaliza el aborto: análisis legal por un abogado

El pasado mes de mayo, el Consejo de Estado de la República Popular China modificó la regulación sobre población y planificación familiar del país, que entre otras cosas, legaliza el aborto con carácter general. La nueva normativa, que entró en vigor el pasado mes de junio, ha suscitado diversas opiniones y reacciones a nivel internacional. En este artículo, como experto abogado en derecho internacional, analizo el nuevo marco legal y sus implicaciones.

Antecedentes históricos y legales del aborto en China

Antes de la promulgación de la nueva regulación, el aborto estaba permitido en China en determinadas circunstancias, como por ejemplo en caso de violación, malformación fetal o riesgo para la vida de la madre. Sin embargo, llevaba muchos años siendo objeto de críticas por organizaciones internacionales y también por la sociedad civil china, que denunciaban presiones para abortar y una tasa muy elevada de interrupciones voluntarias del embarazo.

La política del hijo único, que rigió durante décadas en China, y la preferencia cultural por tener hijos varones, hicieron que el aborto fuera una práctica muy habitual en el país. En 2015, el gobierno chino decidió cambiar esta política y permitir a las parejas tener dos hijos, pero la tasa de natalidad no se ha recuperado y el envejecimiento de la población sigue siendo uno de los mayores problemas del país.

La nueva regulación de población y planificación familiar, que legaliza el aborto con ciertas restricciones, se enmarca en la estrategia del gobierno chino para aumentar la natalidad y garantizar la seguridad y la salud reproductiva de las mujeres.

Implicaciones de la nueva normativa

La nueva regulación establece que las mujeres podrán interrumpir su embarazo de forma legal durante las primeras 14 semanas de gestación, siempre que lo hayan decidido de forma voluntaria después de recibir asesoramiento y orientación médica y psicológica. Además, podrán hacerlo hasta las 24 semanas si hay razones médicas graves o malformaciones incompatibles con la vida del feto.

La normativa también establece que se deben respetar los derechos y la dignidad de las mujeres durante todo el proceso de interrupción voluntaria del embarazo, y se prohíbe la discriminación y el acoso a las mujeres que deciden abortar.

Estas medidas suponen una mejora en el reconocimiento de los derechos de las mujeres y en su acceso a una atención sanitaria de calidad en materia de salud reproductiva. Sin embargo, también pueden plantear desafíos prácticos y éticos para el sistema sanitario y para las propias mujeres, que deberán recibir la información necesaria y sentirse seguras y protegidas durante todo el proceso.

Reacciones internacionales

La legalización del aborto en China ha sido objeto de diversas reacciones a nivel internacional. Por un lado, organizaciones internacionales de derechos humanos han valorado positivamente este paso, que consideran un reconocimiento de la autonomía y la toma de decisiones de las mujeres y un avance hacia la eliminación de la coerción y la discriminación en materia de salud reproductiva.

Por otro lado, algunos sectores conservadores y religiosos han criticado la nueva normativa por considerar que el aborto es un asesinato y que la libre elección de las mujeres es inmoral e inaceptable.

Conclusiones

Desde mi perspectiva de abogado especializado en derecho internacional, la legalización del aborto en China supone un avance en el reconocimiento de los derechos de las mujeres y en la protección de su salud reproductiva. Aunque todavía quedan retos pendientes en materia de igualdad de género, la nueva normativa es un paso en la dirección correcta y puede contribuir a mejorar la calidad de vida de las mujeres chinas.

Es importante que el gobierno chino garantice el cumplimiento de la nueva regulación y fomente la formación y el apoyo a los profesionales sanitarios y a las mujeres para que puedan tomar decisiones informadas y respetando sus derechos. También es fundamental seguir trabajando en la eliminación de la discriminación y la violencia contra las mujeres y en la promoción de una cultura de igualdad y respeto.

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