Las 10 razones por las que la legalización de la prostitución podría ser la solución: ¿Por qué debería ser permitida y regulada?

La prostitución es uno de los temas más polémicos en la sociedad actual. Existen distintas posturas al respecto y se han llevado a cabo múltiples debates con el fin de llegar a una conclusión. Si bien la legalización de la prostitución no es una medida popular, a continuación presentamos diez razones que podrían hacer pensar a la sociedad a tomar una postura más abierta y permisiva.

1. Derechos humanos

La legalización de la prostitución consolida la idea de que las personas tienen derecho a hacer con sus cuerpos lo que deseen siempre y cuando no dañen a terceros. Prohibirla implica vulnerar los derechos humanos de las trabajadoras sexuales.

2. Protección de salud

La legalización de la prostitución ofrece una mayor protección de salud a las trabajadoras sexuales y a los clientes puesto que se exige una inspección constante y reglamentaria del servicio.

3. Mayor control y seguridad

Legalizar la prostitución implica un mayor control y seguridad en el trabajo de las trabajadoras sexuales. Se pueden establecer horarios y lugares de trabajo certificados y evitar así situaciones de riesgo y vulnerabilidad.

4. Disminución del tráfico de personas

La legalización de la prostitución haría que se redujera en gran medida el tráfico de personas, pues se establecería un sistema legal de contratación de trabajadoras sexuales, disminuyendo así la explotación y trata de personas en el ámbito de la prostitución.

5. Mayor recaudación fiscal

La legalización de la prostitución aumentaría la recaudación fiscal por la apropiación de impuestos a la actividad comercial de las trabajadoras sexuales, lo que se podría dirigir a programas de atención social de las mismas.

6. Fin de la hipocresía social

Legalizar la prostitución permitiría acabar con la hipocresía social que implica prohibirla pues, aunque se hable de su ilegalidad, sigue siendo una de las industrias más antiguas e influyentes del mundo.

7. Libertad sexual

Legalizar la prostitución significa que se acepta la libertad sexual de las personas, por lo que supone un mensaje contrario a la represión y censura así como la afirmación de la importancia de la orientación y preferencia sexual en la construcción de la personalidad.

8. Protección a víctimas de violencia de género

La legalización de la prostitución podría proteger a las mujeres que son víctimas de violencia de género por su condición de trabajadoras sexuales, pues al establecer un sistema reglamentario se puede denunciar de manera más fácil este tipo de situaciones y castigar a los agresores.

9. Integración social de trabajadoras sexuales

La legalización de la prostitución puede permitir una mayor integración social de las trabajadoras sexuales al poder acceder a derechos laborales y sociales que se les niegan al ejercer una actividad ilegal.

10. Separación de la prostitución y la criminalidad

La legalización de la prostitución desvincula a esta actividad de la criminalidad y el tráfico. De esta manera, se puede perseguir de manera más eficiente el tráfico de personas y el establecimiento de redes de explotación sexual.

En conclusión

Por todo lo expuesto, la legalización de la prostitución podría ser un camino para disminuir los problemas derivados de la misma. Permitiría la protección de los derechos de las trabajadoras sexuales, la reducción de situaciones de explotación, tráfico y violencia de género, el aumento de la recaudación fiscal y la integración social de estas mujeres. Debemos dejar atrás la hipocresía social y adoptar una postura más abierta y permisiva ante esta industria.

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