España legaliza la cobranza: Todo lo que debes saber sobre el nuevo marco legal de cobros en 2021
En un momento crucial para la economía española, el Gobierno ha decidido dar un paso importante en la lucha contra la morosidad empresarial. Tras años de debate y controversias, se ha aprobado la nueva Ley de Morosidad, que permite a las empresas y autónomos cobrar deudas atrasadas de forma legal y efectiva.
¿En qué consiste la Ley de Morosidad?
La Ley de Morosidad, que entró en vigor el pasado mes de marzo, establece un plazo máximo de 60 días para que las empresas y administraciones públicas paguen a sus proveedores. En caso de incumplimiento, los proveedores podrán recurrir a los tribunales para exigir el pago de las deudas, y se establecen sanciones económicas para los morosos.
Además, la Ley de Morosidad establece que los intereses de demora no podrán ser inferiores a 8 puntos porcentuales sobre el tipo de interés del Banco Central Europeo, lo que garantiza que los proveedores no pierdan dinero mientras esperan el pago de sus facturas.
¿Por qué es importante la Ley de Morosidad?
La Ley de Morosidad es una medida necesaria para combatir la cultura del impago en España, que ha hecho que muchos autónomos y pequeñas empresas se vean obligados a cerrar debido a la falta de liquidez. Según el Ministerio de Economía y Competitividad, el tiempo medio de pago en España era de 93 días en 2019, uno de los más altos de Europa. Con esta nueva ley, se espera que el plazo se reduzca significativamente y que se fomente una cultura de pago responsable.
La Ley de Morosidad también es una medida importante para impulsar la recuperación económica tras la crisis provocada por la pandemia de COVID-19. La falta de liquidez es uno de los principales problemas que afrontan las empresas en estos momentos, y el pago puntual de las facturas puede marcar la diferencia entre la supervivencia y el cierre.
¿Cómo afecta la Ley de Morosidad a los autónomos y pequeñas empresas?
La Ley de Morosidad es especialmente relevante para los autónomos y pequeñas empresas, que suelen ser los más afectados por el impago de las facturas. Con esta nueva normativa, los proveedores podrán cobrar sus deudas atrasadas de forma legal y efectiva, lo que les permitirá mejorar su liquidez y seguir desarrollando su actividad sin problemas.
Pero la Ley de Morosidad no solo beneficia a los proveedores, sino también a los clientes morosos. Al establecer plazos de pago más cortos, se fomenta una mayor transparencia en las relaciones entre empresas y se evitan los abusos y prácticas ilegales que se producen en algunos casos.
¿Qué consejos pueden seguir los proveedores para hacer efectiva la Ley de Morosidad?
1. Facturación eficiente
Para poder hacer efectiva la Ley de Morosidad, es fundamental tener una buena gestión de la facturación. Los proveedores deberán emitir facturas cumpliendo todos los requisitos legales y fiscales, y hacer un seguimiento exhaustivo de su cobro.
2. Comunicación con el cliente
Es importante establecer una comunicación fluida con el cliente para recordarle el plazo de pago establecido y resolver cualquier duda o discrepancia que pueda surgir.
3. Reclamación de deudas
En caso de que el cliente no cumpla con sus obligaciones de pago, es fundamental reclamar la deuda a través de los cauces legales establecidos. Con la nueva Ley de Morosidad, este proceso será más sencillo y efectivo que antes.
En conclusión, la aprobación de la nueva Ley de Morosidad es una buena noticia para la economía española y para todos los que luchan contra la cultura del impago. Gracias a esta medida, se espera que los plazos de pago se reduzcan y que se fomente una cultura de pago responsable que beneficie a todos los sectores.