España y la gestación subrogada: ¿Está a punto de ser legalizada?

La gestación subrogada es un tema que ha generado opiniones divididas en la sociedad española. A diferencia de otros países europeos, España prohibe categóricamente esta práctica y sólo tiene permitida la adopción como opción para aquellos que desean formar una familia.

¿Qué es la gestación subrogada?

La gestación subrogada es un proceso en el que una mujer gesta y da a luz a un bebé para otra persona o pareja, quienes posteriormente adquieren la filiación del menor. A esta mujer se le conoce como “madre subrogada” o “vientre de alquiler”, y puede ser la propia madre biológica, pero también una mujer que se ofrece para ayudar a otra persona o pareja a tener un hijo.

La gestación subrogada se divide en dos tipos: la “gestación subrogada total” y la “gestación subrogada parcial”. En la gestación subrogada total, la mujer gestante es inseminada con el semen del padre biológico o de un donante, mientras que en la gestación subrogada parcial, se utiliza el embrión de la pareja que quiere tener el hijo. El proceso tiene una serie de pasos y su duración oscila entre los 9 y los 12 meses.

La opinión de la sociedad española sobre la gestación subrogada

El debate sobre la legalización de la gestación subrogada en España sigue abierto, aunque actualmente es ilegal y sólo se permite la adopción de menores. Existe una gran controversia sobre este tema en la sociedad española, y aunque hay quienes se muestran partidarios de regularizar la práctica, hay otros que la ven completamente ilícita.

A favor de su legalización se argumenta, en primer lugar, el derecho de todas las personas a ser padres y madres. De hecho, muchas personas ven en la gestación subrogada una opción viable para aquellas parejas o personas que no pueden tener hijos de manera natural. Además, se defiende el derecho de las mujeres a ofrecer su cuerpo de manera voluntaria para ayudar a otras personas a conseguir su sueño de formar una familia.

En contra de su legalización, se defiende que la práctica puede derivar en una explotación económica de las mujeres que se ofrecen como madres subrogadas. Además, se teme que la gestación subrogada se convierta en un negocio para empresas privadas, que busquen lucrarse con la práctica. También se argumenta que la gestación subrogada puede desencadenar en problemas psicológicos para las mujeres gestantes, que pueden sentir un fuerte apego emocional hacia el bebé que están gestando.

¿Qué dicen las leyes españolas sobre la gestación subrogada?

A pesar de que muchas parejas o personas acuden al extranjero para realizar la práctica, en España es completamente ilegal. La Ley de Reproducción Asistida, aprobada en 2006, prohíbe expresamente la gestación subrogada, y aquellos que deciden realizarla pueden enfrentarse a sanciones económicas y penales.

De hecho, en España el proceso sólo está permitido en dos casos: cuando la mujer gestante es la pareja de la persona que quiere ser madre, y cuando existe un problema médico que impide la gestación por parte de la mujer. En ambos casos, siempre y cuando se utilice el semen del padre biológico de la criatura.

¿Cómo es la situación en otros países europeos?

En Europa, la gestación subrogada no está legislada de igual forma en todos los países, y hay algunos que han optado por prohibirla, y otros que han legalizado la práctica y la regulan mediante normas específicas. Por ejemplo:

Países donde la gestación subrogada está prohibida

  • Francia
  • Alemania
  • Italia
  • Finlandia
  • Reino Unido (excepto en casos altruistas)

Países donde se permite la gestación subrogada

  • Portugal
  • Hungría
  • Ucrania
  • Rusia

Conclusión

La gestación subrogada sigue siendo un tema de gran controversia en España. Por ahora, las leyes españolas la prohíben categóricamente, aunque muchas personas deciden acudir al extranjero para realizarla. La opinión de la sociedad está dividida, y aunque hay quienes defienden el derecho de todas las personas a ser padres, otros temen que la práctica se convierta en un negocio lucrativo para empresas privadas, y que pueda derivar en un verdadero calvario para las mujeres que se ofrecen como madres subrogadas.

En cualquier caso, parece evidente que es necesaria una regulación específica de la práctica para que todas las partes involucradas estén protegidas. Sería necesario armonizar la normativa europea sobre la gestación subrogada, para que todos los ciudadanos y ciudadanas tengan los mismos derechos y deberes en cuanto a la formación de sus familias.

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