Guía completa para legalizar una casa de aperos: conoce todos los gastos y trámites necesarios

Si eres propietario de una casa de aperos, es probable que en algún momento te hayas planteado legalizarla. La regularización de estas construcciones, destinadas originalmente al almacenamiento de aperos de labranza, puede ser un trámite complejo y costoso, por lo que es importante tener en cuenta los gastos que conlleva antes de tomar una decisión.

¿Qué es una casa de aperos?

Antes de hablar de los gastos de legalización, conviene aclarar qué se entiende por casa de aperos. Se trata de una construcción situada en una finca rústica, que inicialmente se destinaba al almacenamiento de herramientas y otros elementos necesarios para la actividad agrícola o ganadera.

Con el paso del tiempo, muchas de estas casas se han ido transformando en viviendas, para ser utilizadas como segunda residencia o incluso como vivienda habitual, aunque su ubicación en terrenos no urbanizables las hace ilegales en muchos casos.

¿Qué requisitos deben cumplirse para legalizar una casa de aperos?

La legalización de una casa de aperos pasa por cumplir una serie de requisitos y trámites. En primer lugar, es necesario averiguar si la construcción está catalogada como casa de aperos y, por tanto, si su uso es compatible con una actividad agrícola o ganadera. En caso contrario, será complicado conseguir la legalización sin cambios significativos en la construcción.

Otro requisito importante es que la casa debe contar con las condiciones mínimas para ser habitada, como acceso a suministros de agua, electricidad y saneamiento. En este sentido, es posible que sea necesario realizar obras para adaptar la vivienda a la normativa en materia de habitabilidad y accesibilidad.

Gastos de legalización de una casa de aperos

Los gastos para legalizar una casa de aperos pueden variar significativamente en función de diversos factores, como las características de la construcción, la documentación disponible o la normativa aplicable en cada caso.

1. Trámites administrativos

El proceso de legalización implica una serie de trámites administrativos que pueden incluir la solicitud de licencias, permisos y autorizaciones ante las autoridades pertinentes. Estos trámites pueden suponer un gasto importante, que puede oscilar entre los 500 y los 3.000 euros, dependiendo de la comunidad autónoma y del municipio donde se encuentre la casa de aperos.

2. Proyecto técnico

La legalización de una casa de aperos puede requerir la elaboración de un proyecto técnico que incluya la memoria descriptiva, planos y presupuesto de las obras necesarias. Este proyecto debe ser redactado por un arquitecto o aparejador colegiado, lo que supone un coste que puede rondar los 2.000 euros.

Además, en algunos casos puede ser necesario realizar estudios geotécnicos, topográficos u otros trámites complementarios que incrementen el coste del proyecto técnicos.

3. Obras necesarias

En muchos casos, para legalizar una casa de aperos es necesario realizar obras para adecuarla a la normativa vigente. Estas obras pueden incluir la instalación de sistemas de acceso a suministros, mejoras en la estructura o aislamiento térmico o acústico de la vivienda.

El coste de estas obras puede variar considerablemente en función de las necesidades de cada caso concreto, aunque podemos estimar que oscilan entre 100 y 300 euros por metro cuadrado. En cualquier caso, será necesario contratar a profesionales especializados en las diferentes áreas de las obras, lo que se traducirá en un coste adicional.

4. Impuestos y tasas

Por último, debemos tener en cuenta que la legalización de una casa de aperos puede estar sujeta a impuestos y tasas municipales. Estos gastos pueden variar en función de la ubicación y la normativa aplicable en cada caso, aunque podemos estimar que oscilan entre el 1,5 y el 2,5% del valor catastral de la vivienda a legalizar.

Conclusión

Como hemos visto, los gastos para legalizar una casa de aperos pueden ser cuantiosos y dependerán de los requerimientos técnicos y la normativa aplicable en cada caso concreto. No obstante, legalizar la vivienda puede reportar importantes beneficios, como mejorar su seguridad jurídica o aumentar su valor de mercado.

Por ello, antes de tomar una decisión conviene informarse detalladamente de los requisitos y trámites necesarios en cada caso y contar con la asesoría de profesionales especializados en la materia.

  • Casa de aperos: construcción situada en una finca rústica destinada inicialmente al almacenamiento de herramientas y otros elementos necesarios para la actividad agrícola o ganadera.
  • Legalización: proceso destinado a convertir una construcción ilegal en una construcción legal, cumpliendo con los requisitos técnicos y normativos necesarios.
  • Trámites administrativos: procedimientos burocráticos necesarios para obtener las licencias y autorizaciones necesarias para legalizar una vivienda.
  • Proyecto técnico: documento redactado por un arquitecto o aparejador colegiado que incluye la memoria descriptiva, planos y presupuesto de las obras necesarias para legalizar la vivienda.
  • Obras necesarias: acondicionamiento de la vivienda para adaptarla a la normativa vigente en materia de habitabilidad.
  • Impuestos y tasas: costes municipales asociados a la legalización de una vivienda.

Publicaciones Similares