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La gestación subrogada, también conocida como vientre de alquiler, es una práctica cada vez más extendida en diversos países alrededor del mundo. Sin embargo, su legalización sigue siendo un tema controversial y complejo que ha generado numerosos debates y posturas encontradas entre expertos, políticos y ciudadanos.

¿Qué es la gestación subrogada?

La gestación subrogada es una práctica mediante la cual una mujer, llamada “gestante subrogada” o “vientre de alquiler”, acepta llevar a un bebé en su útero con el fin de entregárselo a una tercera persona o pareja que desea ser padre o madre y que, por diversas razones, no pueden tener hijos de manera natural.

Las razones para no legalizar

Aunque algunos argumentan que la gestación subrogada es una buena alternativa para las parejas que están buscando ser padres y no pueden hacerlo de manera natural, existen varias razones que hacen que su legalización sea un tema muy controvertido, y una de ellas es la explotación de la mujer como objeto.

Explotación de la mujer

La gestación subrogada puede convertir a la mujer en un objeto utilizado por parejas que puedan pagar por sus servicios, ya que, en muchos casos, se ve obligada a concebir, llevar y dar a luz a un bebé que no será suyo.

Además, hay preocupaciones sobre la falta de protección legal y financiera para las gestantes subrogadas en caso de que la pareja que las contrata decida no cumplir con sus obligaciones legales o incluso decidieran abandonar el proceso.

Los derechos del niño/a

Otra preocupación es en relación a los derechos de los niños/as nacidos mediante gestación subrogada. ¿Qué sucede si la pareja que lo contrató no cumple con sus obligaciones parentales? ¿Qué sucede cuando el vínculo genético no es claro y hay cuestiones relacionadas con la identidad y la herencia?

Comercialización de la vida humana

La gestación subrogada también plantea serias preocupaciones acerca de la comercialización de la vida humana. Muchas veces, las parejas que contratan a una gestante subrogada lo hacen simplemente porque desean un bebé sin tener que pasar por el proceso natural de embarazo. Esto puede ser visto como una forma de comprar un ser humano y generar un mercado de bebés para aquellos que puedan pagar por ellos.

Conclusión

A pesar de que algunos argumentan que la gestación subrogada es una buena alternativa para aquellas parejas que no pueden tener hijos de manera natural, la realidad es muy compleja. Legalizar la gestación subrogada puede ocasionar problemas éticos, legales y sociales importantes. Por lo tanto, en lugar de legalizar la gestación subrogada, deberíamos centrarnos en otras alternativas para ayudar a las parejas que tienen problemas para concebir hijos de manera natural.

• Fuentes consultadas:
• Amnesty International
• BBC Mundo
• UpSocl