La polémica del infanticidio legalizado: ¿Qué dice la ley?

En los últimos años ha surgido un debate acerca del infanticidio legalizado, es decir, la posibilidad de que los padres tengan la facultad de terminar con la vida de su recién nacido en determinadas circunstancias. Este tema ha generado opiniones encontradas en la sociedad y en la comunidad jurídica, por lo que es importante analizarlo desde una perspectiva legal.

Para comenzar, debemos entender que el derecho a la vida es uno de los derechos fundamentales más importantes reconocidos en nuestra Constitución y en los tratados internacionales de derechos humanos suscritos por nuestro país. Por lo tanto, cualquier acción que tenga como consecuencia la privación de la vida de una persona debe ser analizada con sumo cuidado.

¿Qué es el infanticidio legalizado?

Para entender este concepto, primero debemos entender lo que es el infanticidio. El infanticidio es el homicidio de un niño o niña recién nacido, que aún no ha cumplido un año de edad. Por lo general, este delito es cometido por la madre, motivada por las condiciones en las que se encuentra al momento del parto o por problemas sociales y económicos.

El infanticidio legalizado, por su parte, es la posibilidad de que los padres puedan solicitar la terminación de la vida de su hijo recién nacido en determinadas circunstancias, sin que esto constituya un delito. Esta propuesta ha sido planteada en algunos países europeos como forma de reducir la tasa de mortalidad infantil y mejorar la calidad de vida de las personas.

¿Qué dice la legislación sobre el infanticidio legalizado?

Actualmente, en nuestro país el infanticidio es considerado como un delito, y está tipificado en el Código Penal. El artículo 403 de este cuerpo normativo establece que:

El que causare la muerte de un recién nacido, será castigado con la pena de reclusión temporal de diez a quince años.

Por lo tanto, en nuestra legislación no existe la figura del infanticidio legalizado. La vida de un ser humano no puede ser negociable, y menos aún en el ámbito de la familia.

Argumentos a favor del infanticidio legalizado

Quienes defienden esta propuesta argumentan que la salud mental y física de la madre y la situación social y económica de la familia pueden ser factores que justifiquen la decisión de terminar con la vida del recién nacido. Además, aseguran que esto podría reducir la tasa de mortalidad infantil y mejorar la calidad de vida de las personas.

Situaciones de salud mental y física

Algunos defensores del infanticidio legalizado sostienen que, en determinadas situaciones, es necesario que se permita la terminación de la vida del recién nacido para proteger la salud mental y física de la madre. Por ejemplo, en casos en los que la madre padece una enfermedad mental grave que la incapacita para cuidar al niño o niña y que, además, podría poner en riesgo su propia vida.

Asimismo, en casos en los que la madre tiene una enfermedad crónica o terminal, la posibilidad de terminar con la vida del recién nacido podría ser vista como una medida para aliviar su sufrimiento y el de su familia.

Situaciones sociales y económicas

Otro argumento utilizado por algunos defensores del infanticidio legalizado es que permitir esta práctica podría mejorar la situación social y económica de las personas. Por ejemplo, en países en los que la pobreza extrema es común y las condiciones de vida son muy precarias, permitir que los padres decidan terminar con la vida del recién nacido podría ayudar a reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de quienes quedan.

Argumentos en contra del infanticidio legalizado

Por otro lado, quienes se oponen a esta propuesta argumentan que la vida de un recién nacido es sagrada e irrenunciable, y que cualquier acción que tenga como consecuencia la privación de la misma es inaceptable. Además, aseguran que esto podría llevar a la normalización de la práctica del infanticidio y fomentar la violencia en la sociedad.

La vida como derecho fundamental

La principal objeción que se presenta contra el infanticidio legalizado es que la vida de un ser humano es un derecho fundamental, reconocido y protegido por nuestra legislación y por tratados internacionales de derechos humanos. Por lo tanto, cualquier acción que tenga como consecuencia la privación de la vida de un recién nacido debe ser juzgada y castigada por las autoridades competentes.

Posible aumento de la violencia

Otro argumento utilizado por los opositores a esta propuesta es que permitir el infanticidio legalizado podría llevar a la normalización de esta práctica, y fomentar la violencia en la sociedad. Si se permite que los padres decidan terminar con la vida de su recién nacido en determinadas circunstancias, ¿qué impide que se permita la eliminación de otras personas que sean consideradas “carga” por la sociedad?

Conclusiones

En conclusión, el infanticidio legalizado es un tema que amerita un análisis cuidadoso y riguroso. Si bien es cierto que en algunas circunstancias se pueden presentar situaciones muy difíciles para los padres, la vida de un ser humano es un derecho fundamental que no puede ser negociable. Por eso, es importante que nuestra legislación siga reconociendo la importancia de proteger la vida de los recién nacidos, y no permita que se convierta en una figura legal el infanticidio.

  • Artículo escrito por Juan Pérez, abogado especialista en derecho penal.
  • Imagen de portada obtenida de www.pixabay.com

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