La purga legalizada en distintos países: ¿Qué dice la Ley?
En los últimos años, se ha venido desarrollando cada vez con más fuerza una tendencia preocupante en algunos países emergentes: la purga legalizada. Esta práctica, que en ocasiones llega a ser avalada por el propio gobierno, consiste en una especie de caza legal donde se permite la eliminación de personas consideradas “un peligro para la sociedad”. El resultado es una sociedad más controlada, sí, pero a qué costo…
El peligro de la purga legalizada
Uno de los mayores riesgos de la purga legalizada es que acaba fomentando la violencia y el odio en una sociedad que busca, o debería buscar, la convivencia pacífica y el respeto a los derechos humanos. Al dar carta blanca para la eliminación de personas sin un juicio justo y sin la debida protección legal, se está fomentando el linchamiento y la venganza, y no el diálogo y la tolerancia.
La ausencia de garantías y derechos
Pero no solo eso, sino que, en la mayoría de los casos, la purga legalizada se lleva a cabo sin garantías y derechos para los sospechosos. Es decir, la persona que es acusada de un delito no tiene el derecho de defenderse ni de contar con un abogado que vele por sus derechos. Se trata de un sistema donde la justicia no cumple su función y los ciudadanos quedan a merced de lo que decidan las autoridades.
El papel del gobierno en la purga legalizada
En algunos casos, el gobierno mismo es quien promueve o consiente la purga legalizada en su país. Si bien es cierto que los gobernantes deben velar por la seguridad ciudadana, no pueden hacerlo a costa de los derechos y garantías de sus gobernados.
Culpando a los más vulnerables
La purga legalizada, además, suele victimizar a los más vulnerables. En muchos casos, se acusa a los más pobres y marginados de la sociedad de ser los responsables de los delitos, cuando en realidad el origen de la violencia y la criminalidad es mucho más complejo y estructural. Al señalar a los más débiles como los malhechores, se está invisibilizando y negando la verdadera problemática de una sociedad.
Alternativas a la purga legalizada
En vez de promover la violencia y la intolerancia, es necesario buscar alternativas que apuesten por la inteligencia y la empatía. Eso significa fortalecer la justicia y la educación en valores, para que las personas puedan resolver sus conflictos de manera pacífica y justa.
Mayor inversión en educación
Si la sociedad quiere erradicar la violencia y la delincuencia, lo primero que debe hacer es apostar por la educación. Una sociedad educada será mucho menos propensa a caer en la trampa de la intolerancia y la violencia. Además, es necesario que se promueva el diálogo y la tolerancia, para que pueda haber una sociedad más justa y pacífica.
Fortalecimiento de la justicia
Asimismo, es necesario que se fortalezcan las instituciones de justicia, para que se pueda luchar contra la impunidad y el crimen organizado. Un sistema de justicia justo y efectivo será una herramienta poderosa para combatir la violencia y la delincuencia. Es necesario que el gobierno invierta en estas instituciones, en vez de promover la purga legalizada.
Conclusión
La purga legalizada es una práctica peligrosa y preocupante que no debe ser avalada ni promovida por ningún gobierno en el mundo. En vez de fomentar la violencia y el odio, es necesario buscar alternativas inteligentes que permitan una sociedad más justa, pacífica y segura para todos los ciudadanos. La educación y el fortalecimiento de la justicia son los caminos que deberíamos seguir para lograrlo.