Todas las claves sobre la legalización del hachís en España en 1987: historia y consecuencias en la actualidad

En la década de 1980, España vivió un cambio significativo en su política de drogas con la legalización del hachís. Si bien desde antiguo habían existido prácticas de consumo de diferentes drogas en la sociedad española, fue en ese momento en que se abrieron posibilidades para regular su fabricación, distribución y consumo. A continuación, se aborda lo sucedido en ese año, así como algunas de las consecuencias que se derivaron de esa medida, tanto para la sociedad como para el sistema legal.

Contexto histórico

En 1987, España se encontraba en una etapa de transformaciones a nivel económico, social y político. La Constitución de 1978 había sentado las bases para una transición hacia la democracia, y el país se preparaba para integrarse en la Comunidad Europea. En ese contexto, la legalización del hachís adquirió un carácter simbólico, como si fuera una muestra de tolerancia hacia hábitos que se habían mantenido en la clandestinidad.

La ley de 1987

La ley que autorizó la utilización del hachís fue la Ley de Medidas Urgentes de Reforma Fiscal y Financiera, que se publicó el 28 de diciembre de 1987. En su artículo 9, se establecía que “se autoriza, hasta que los correspondientes Planes Hidrológicos hayan sido aprobados y se hubiere regulado por Ley la explotación de las aguas subterráneas, la utilización profesional y mercantil de los residuos de la aceituna y otros subproductos agrícolas, forestales y ganaderos, siempre que su contenido en delta-9-tetrahidrocannabinol no supere el 0,5 por ciento”. Esto significó que el consumo, la producción y la distribución de hachís no estarían penalizados, siempre y cuando se mantuvieran dentro de los límites establecidos por la norma.

Reacciones ante la legalización

La legalización del hachís generó diversas reacciones entre los distintos sectores de la sociedad española. Por un lado, hubo quienes lo celebraron como una muestra de libertad y modernidad, y destacaron las posibilidades económicas que se abrían para el sector agrario. Por otro, surgieron críticas desde sectores conservadores, que consideraban que se estaba abriendo una puerta peligrosa hacia el consumo de otras drogas, y que se estaba faltando al compromiso internacional de lucha contra el narcotráfico.

Consecuencias en el sistema legal

La legalización del hachís también tuvo consecuencias en el ámbito legal. Debido a que su comercialización dejó de estar penalizada, se abrió un nuevo campo para la industria del cannabis, tanto para su uso medicinal como recreativo. Sin embargo, esto no significó una liberalización total en materia de drogas, y la posesión y venta de otras sustancias continuó estando prohibida y castigada penalmente.

Conclusiones

La legalización del hachís en España en 1987 marcó un hito en la política de drogas del país, y sentó las bases para una discusión más amplia sobre la regulación de sustancias psicoactivas. Si bien las consecuencias de esta medida todavía se debaten, lo cierto es que abrió nuevas posibilidades para la industria y el mercado, y contribuyó en cierta medida a la normalización de hábitos de consumo que antes eran considerados tabú.

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