Guía completa: Todo lo que necesitas saber sobre la legalización del depósito de gasoil en tu establecimiento
En la actualidad, muchas empresas y particulares utilizan el gasoil como combustible para sus vehículos y maquinarias. Sin embargo, para poder almacenar grandes cantidades de gasoil se requiere la instalación de un depósito que cumpla con ciertos requisitos y que, además, debe ser legalizado para evitar sanciones y posibles riesgos para la salud y el medio ambiente.
¿Qué es un depósito de gasoil?
Un depósito de gasoil es un recipiente diseñado para almacenar grandes cantidades de combustible líquido, en este caso gasoil. Estos depósitos pueden ser subterráneos o aéreos, y su capacidad puede variar desde unos pocos cientos de litros hasta varios miles de litros.
Requisitos para instalar un depósito de gasoil
La instalación de un depósito de gasoil requiere de una serie de requisitos técnicos y legales que deben cumplirse para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del mismo. Algunos de estos requisitos son:
- La ubicación del depósito debe ser alejada de cualquier fuente de calor o de ignición, así como de cualquier curso de agua o zona de vertido.
- El depósito debe estar protegido contra posibles golpes o impactos.
- Los materiales utilizados para la construcción del depósito deben ser resistentes a la corrosión y a la oxidación.
- Es obligatorio que el depósito permita la medición del nivel de combustible.
Legalización del depósito de gasoil
Para cumplir con la normativa vigente, todo depósito de gasoil que supere los 1.000 litros de capacidad debe ser legalizado ante las autoridades competentes. Este proceso de legalización debe llevarse a cabo por empresas especializadas en la materia y debe incluir la realización de una serie de pruebas técnicas. Una vez realizadas estas pruebas y comprobado que el depósito cumple con todos los requisitos, se procede a su legalización y se otorga una certificación que lo acredita.
¿Qué sanciones se pueden recibir por no legalizar el depósito de gasoil?
La no legalización del depósito de gasoil puede conllevar graves sanciones económicas y legales. Por un lado, la empresa o particular que no cumpla con esta normativa se expone a multas económicas que pueden oscilar entre los miles de euros. Por otro lado, y no menos importante, puede haber riesgos tanto para la salud de las personas como para el cuidado del medio ambiente. En caso de accidente, además, la responsabilidad recaerá directamente sobre el propietario del depósito, quien deberá asumir las consecuencias legales que se deriven del mismo.
Conclusiones
En resumen, la legalización del depósito de gasoil es un proceso obligatorio que busca garantizar tanto la seguridad de las personas como la protección del medio ambiente. Además, su cumplimiento evita posibles sanciones económicas y legales que pueden resultar muy perjudiciales para cualquier empresa o particular. Por tanto, es imprescindible que todo aquel que utilice grandes cantidades de gasoil para sus actividades diarias, cuente con un depósito que cumpla con todos los requisitos y que, además, esté debidamente legalizado.