La legalización en Portugal: todo lo que debes saber para estar al día en 2021
Desde la década de 1970, cuando se dio inicio a la “guerra contra las drogas” en Estados Unidos, la penalización del consumo y la venta de drogas ilegales se convirtió en una política pública a nivel mundial. No obstante, en los últimos años, algunos países han comenzado a experimentar con la legalización de ciertas drogas, en un intento por reducir la criminalidad y el daño que se genera por las actividades relacionadas con las drogas.
Uno de los países que ha liderado este cambio es Portugal, que en 2001 eliminó las penas de cárcel por el consumo, la posesión y la adquisición de pequeñas cantidades de drogas ilegales, incluyendo la heroína, la cocaína y la marihuana. En lugar de la cárcel, se estableció un sistema de multas y terapia para los adictos.
Antecedentes
Antes de la legalización, Portugal enfrentaba una crisis de drogas que afectaba a gran parte de la sociedad. A mediados de la década de 1990, la tasa de mortalidad por drogas ilegales en Portugal era una de las más altas de Europa. Era evidente que la política de criminalización no estaba funcionando, y se buscó otra alternativa.
En 1998, se creó una comisión para estudiar las políticas de drogas de Portugal y hacer recomendaciones para mejorarlas. Uno de los principales hallazgos de la comisión fue que la criminalización del consumo y la posesión de drogas no solo era inefectiva, sino que generaba más daño que bien. La comisión argumentó que esto se debía a que la criminalización producía estigma, aislaban a los adictos y generaba violencia.
El modelo de Portugal
La legalización que se puso en marcha en 2001 es un modelo en el que se eliminó la criminalización de la posesión y el consumo de drogas ilegales, pero se mantuvo la penalización de la venta y la distribución. Esto permitió que los consumidores adquirieran drogas sin miedo a ser perseguidos por la policía, y también evitó que la venta de drogas se convirtiera en una actividad comercial, ya que los traficantes seguían siendo perseguidos y castigados por la ley.
Para implementar el nuevo modelo, se establecieron equipos de terapia que proporcionan servicios de asistencia médica y psicológica a los adictos. Estos equipos también ofrecen servicios de prevención y tratamiento de drogas para quienes tienen problemas de abuso, y además trabajan para la reinserción social de los adictos.
Resultados
El modelo portugués ha sido un éxito rotundo. Desde que se implementó, la tasa de muertes por drogas ilegales ha disminuido de forma significativa. En 2001, antes de la entrada en vigor de la legalización, hubo 1.016 muertes relacionadas con drogas en Portugal. Para 2012, este número había disminuido a 314.
La cantidad de personas que consiguen tratamiento para su adicción ha aumentado, y los precios de las drogas han disminuido. Además, la cantidad de personas que ingresan en prisión por delitos relacionados con las drogas también ha disminuido drásticamente.
Conclusión
La legalización de las drogas es un tema controvertido, y todavía hay quienes se oponen a este enfoque. Sin embargo, los resultados obtenidos en Portugal muestran que el modelo de legalización puede ser efectivo para reducir la violencia y proteger a los consumidores de drogas. Además, el modelo portugués tiene la ventaja de estar basado en un enfoque de salud pública, en lugar de un enfoque de justicia penal.
Portugal ha demostrado que es posible cambiar de rumbo y enfrentar los problemas de las drogas desde un nuevo ángulo. Otros países están comenzando a seguir este ejemplo, y es muy probable que en un futuro cercano veamos más movimientos en esta dirección. Es importante seguir analizando y evaluando los resultados de la legalización en Portugal y en otros lugares, para determinar si es una solución a largo plazo y sostenible para los problemas relacionados con las drogas.