Todo lo que necesitas saber sobre la legalización de los morfemas en español | Guía completa de la nueva normativa legal en 2021
La lengua española es considerada una de las más complejas y ricas en términos lingüísticos. Uno de los aspectos que la hace tan fascinante es que su vocabulario está en constante evolución y adaptación a la realidad social y cultural de los hablantes. En este sentido, la legalización de morfemas es un tema recurrente en la academia y en la sociedad en general.
¿Qué son los morfemas?
Antes de hablar sobre la legalización de los morfemas, es necesario comprender qué son. Los morfemas son las unidades mínimas que conforman una palabra y le dan significado. Estos pueden ser clasificados en dos tipos: los lexemas y los afijos.
Los lexemas son aquellos morfemas que tienen un significado propio y pueden funcionar como una palabra independiente. Por ejemplo, la palabra “perro” está compuesta por el lexema “perro”.
Los afijos, por su parte, son morfemas que se añaden a los lexemas para modificar su significado y, en algunos casos, crear nuevas palabras. Por ejemplo, la palabra “perro” puede ser modificada con el sufijo “-ito” para crear la palabra “perrito”, que indica que se trata de un perro pequeño.
¿Por qué se habla de legalización de morfemas?
La legalización de morfemas se refiere al reconocimiento oficial de los afijos que se han incorporado al uso cotidiano de la lengua española. Muchos de estos afijos provienen de otras lenguas, como el inglés o el francés, y no están incluidos en el diccionario de la Real Academia Española.
La legalización de estos afijos es un tema controversial, ya que algunos sectores de la academia consideran que solo deben ser incluidos aquellos morfemas que demuestren una buena acogida entre los hablantes y una clara función en la lengua. Otros sectores, en cambio, argumentan que la lengua es un ente vivo y en constante cambio, y que la RAE debería adaptarse a las necesidades y evolución de la lengua española.
Ejemplos de morfemas en discusión
1. -ear
El sufijo “-ear” se utiliza para formar verbos a partir de sustantivos o adjetivos. Por ejemplo, la palabra “televisión” se convierte en “televisar” y la palabra “verde” se convierte en “verdor”. Este sufijo ha sido criticado por algunos lingüistas por considerar que su uso es innecesario y que se pueden utilizar verbos ya existentes en la lengua española sin necesidad de crear nuevos.
2. -azo
El sufijo “-azo” se utiliza para formar sustantivos a partir de adjetivos. Por ejemplo, la palabra “fuerte” se convierte en “fuerzazo”. Este sufijo ha sido objeto de críticas por considerar que su uso es vulgar y que no aporta riqueza a la lengua.
3. -ón
El sufijo “-ón” se utiliza para formar sustantivos a partir de adjetivos o verbos. Por ejemplo, la palabra “gordo” se convierte en “gordón” y la palabra “fumar” se convierte en “fumón”. Este sufijo ha sido aceptado por la RAE y se encuentra incluido en el diccionario.
Conclusiones
En conclusión, la legalización de morfemas sigue siendo un tema de debate y controversia en la academia y la sociedad en general. Si bien es cierto que la lengua es un ente vivo y en constante evolución, es importante considerar la función y necesidad de los morfemas que se pretenden legalizar. La Real Academia Española tiene la responsabilidad de adaptarse a los cambios de la lengua española, pero también de preservar su esencia y riqueza lingüística.